Luis Camacho Campoy, vecino de la zona rural de Marchena, nos muestra un buen número de imágenes del estado en el que se encuentran las zonas del Monje y sus alrededores, con contenedores quemados, donde se depositan colchones, muebles rotos, escombros, váteres, bidés, frigoríficos y todo tipo de residuos inapropiados, fruto del incivismo de vecinos del lugar. No obstante, denuncia que los contenedores del Monje "se llevan sin recoger varias semanas" y que estas zonas rurales "deben ser tratadas en igualdad de condiciones", pues "a pesar de que pagamos contribución urbana y estamos registrados en el catastro municipal, no tenemos agua potable ni recogida de basura en las calles". Luis Camacho exige mayor atención a la zona, imponer más multas a los que infrinjan las normas y vigilar otras acciones anómalas que llevan a cabo vecinos, como cortar por propia cuenta algunos caminos, con los consiguientes riesgos que conlleva, más aún en situaciones de emergencia que a veces se han dado.
La situación de dejadez de los campos "no es culpa del reciente temporal, que también ha dejado sus secuelas, por supuesto", aclara nuestro paisano, que vive desde 2007 por la zona y que manifiesta que los referidos problemas siempre se han producido y que van en aumento.
"Es evidente que faltan contenedores, pero también civismo y concienciación medioambiental", algo que resulta todavía más llamativo en un enclave de sensible valor paisajístico en el núcleo rural de Marchena.
"La gente lleva colchones, revienta frigoríficos" alrededor de los contenedores, "e incluso queman contenedores", a la par que los servicios municipales "se pasan varias semanas sin recoger los contenedores", donde se genera toda esta situación o acumulación de muebles rotos, ante lo que "no se imponen multas".
La situación del Monje es extensiva a los caminos que hay pasando la Hacienda la Boticaria y en el entorno de Santa Olalla, nos expone Luis Camacho, que también pone de relieve el riesgo de incendio que generan los cristales rotos. "Esperemos que ningún incendio que se pueda originar provoque una desgracia, o que haya un accidente de alguna persona que acabe cortándose con esos cristales, y entonces se tengan que asumir las responsabilidades", expresa.
"Es deprimente como siguen las zonas rurales, parecen zonas chabolistas", manifiesta, tanto por la consideración que se le da como por los escombros que se reúnen, situación, que no debería ser así, ya que "yo pago contribución de tipo urbano, mi vivienda está registrada en el catastro, pero no tenemos agua potable ni recogida de basura en las calles".
Respecto a las acciones de incivismo, cita otra generadora de un enorme peligro, como la costumbre de algunas personas que "cortan los caminos, creyendo que son tierras de su propiedad, y no lo son, los cortan con cadenas, barras de hierro, y se han llegado a producir incidencias como un incendio en una parcela, en el que que camiones de Bomberos han tenido que dar la vuelta para llegar a extinguirlo, una vez que salió paja ardiendo" y que gracias a la colaboración de otros vecinos no se produjeron consecuencias humanas. También camiones de servicio de agua han tenido que modificar su recorrido en ocasiones.
"Tenemos entre todos que cuidar nuestro entorno, evitar los problemas antes de que pasen, y sobre todo cuidar nuestro medio ambiente y dar salubridad y decencia a esta zona de Marchena donde vive muchísima gente y que, no se mantiene en condiciones por parte del Ayuntamiento ni de muchos vecinos, donde dar un paseo se está convirtiendo en algo verdaderamente desagradable", concluye Luis, que espera que la situación cambie a mejor, pues ya va siendo hora.
