El Taller Verde-Ecologistas en Acción de Marchena tiene claro que "el Ayuntamiento debe priorizar el arbolado urbano y debe dedicar recursos para su mantenimiento en el sentido más amplio de su palabra, es decir, para su bienestar, hacer las podas que sean necesarias y olvidarse de las podas estéticas, o de adorno, que no son útiles y que perjudican al árbol. Vamos a centrarnos en el árbol, en su vida y en su crecimiento natural", reivindica la asociación marchenera, que denuncia "talas traumáticas de muchos árboles sanos", en especial en el Camino del Oro y Carretera de los Poyetes, donde hay principalmente olmos que están cortando por la cruz. El Taller Verde, que ha entregado una carta al Ayuntamiento con sus demandas tras el temporal, entre ellas también la reposición de todos los árboles por los "infinitos beneficios" que repercuten en la población y en el medio ambiente, lamenta que el equipo de Gobierno municipal "ni nos comenta, ni nos consulta, ni nos pide opinión" tanto en este caso como en otras acciones medioambientales. Además, recuerdan que fenómenos meteorológicos como los vendavales, entre otros, han llegado para quedarse y son parte de un cambio climático cuyos efectos seguirán llegando a la Tierra "en plazos ya cortísimos".
"Los árboles no son los que agreden, no son los peligrosos, son las víctimas, porque los árboles son imprescindibles en el entorno urbano, en los parques, en las calles y cuantos más árboles haya mejor. Queremos que haya más árboles y la sociedad debería quererlo también, porque los servicios que prestan los árboles a la sociedad son infinitos", manifiesta Antonio Mérida, portavoz del Taller Verde.
"Cuando hay un fenómeno meteorológico extremo como éste y algunos árboles se caen, no por ello podemos demonizarlos, maltratarlos, en el sentido de hacerles podas abusivas a los que no les hace falta. Los árboles son individuos, son seres vivos. Y tú no puedes podar ni tratar a todos los árboles por igual. Si hay un árbol enfermo o unas cuantas ramas enfermas, tienes que tratar a ese árbol, pero no a toda la fila, porque si el siguiente no está enfermo, no tienes porqué podarlo igual", explica Mérida.
"Ahora, por ejemplo", continúa el portavoz del Taller Verde, "todo el mundo está asistiendo a que se están podando árboles que se han caído o que se han quedado rajados y tienen ramas rajadas y esas podas son necesarias. Pero creemos que aprovechando esto que ha ocurrido, muchos árboles que están sanos, también están siendo talados con talas que son traumáticas, porque una tala que supere 12 o 15 centímetros de diámetro es una tala que al árbol le cuesta muchísimo trabajo cicatrizar, cerrar. Y es una puerta de entrada a la putrefacción, a las infecciones, a los hongos…por eso luego cuando hay estos fenómenos, estos vendavales, esos son los primeros árboles que caen, aquellos que no fueron tratados adecuadamente cuando eran más pequeños; entonces, las talas traumáticas hay que evitarlas, habrá que hacerlas en aquellos árboles que lo necesiten y entendemos que no todos los árboles necesitan el mismo trato".
En cuanto a los árboles que han sufrido los efectos "los que se han tenido que quitar, hay que ponerlos nuevos. Los árboles son necesarios, los árboles hay que reponerlos y los Ayuntamientos, y el Ayuntamiento de Marchena en particular debe priorizar el arbolado urbano y debe de dedicar recursos al mantenimiento del arbolado y mantenerlo en el sentido más amplio de la palabra, es decir, en su bienestar, y hacerle las poodas que sean necesarias, olvidarse de las podas estéticas o de adorno, que no son útiles y les perjudican al árbol, y vamos a centrarnos en el árbol, en su vida y en su crecimiento más natural", manifiesta Antonio Mérida.
La posibilidad de repetición de estos vendavales no es pequeña, y, a principio de noviembre "la siguiente Dana que ha recorrido España afortunadamente no ha llegado aquí, pero ha provocado vientos de 200 kilómetros por hora, y olas de más de 20 metros. Estamos ya sujetos a la presencia de este tipo de efectos meterológicos que normalmente ocurren a otras zonas de España, pero que alguna vez, alguno toca tierra donde estamos nosotros. El cambio climático está aquí y se queda, y probablemente en el futuro aumente. Estos fenómenos meteorológicos son cada vez más frecuentes", incide el portavoz del Taller Verde.
Desde el Taller Verde-Ecologistas en Acción de Marchena se pide a los ciudadanos "que hagan un esfuerzo en su vida cotidiana para contribuir a mitigar el cambio climático; cada uno en su casa ahorrando luz, ahorrando agua, separando los residuos, desplazarse andando, evitar el coche…pero también hay que pedírselo a las administraciones, a los Ayuntamientos, al Gobierno central y por supuesto a las administraciones internacionales cuando se producen los encuentros" entre distintos países, muchos de ellos de peso económico mundial.
"Hay árboles que pueden recuperarse porque se regeneran a partir de un tronco, como por ejemplo la cafia o los olmos, pero hay otros que no; por ejemplo los pinos. En los pinos, si la copa sufre, el pino no se regenera", comenta Antonio Mérida.
"Están dándose talas traumáticas en el Camino del Oro y en la Carretera de los Poyetes, donde, principalmente, a los olmos los están prácticamente cortando por la cruz, el nacimiento de la copa: son ramas muy gruesas que podrían cortarse más arriba. no hay por qué cortarlas tan abajo en todos los árboles, solo en el que se le haya rajado una rama en ese sitio. Lo malo es que los estén cortando todos iguales".
Esos árboles, indica Mérida. "ya están tocados, no hundidos, pero sí tocados. Cuando llegue la próxima primavera, desarrollarán un montón de ramas, al tener un tronco tan grande, echarán miuchísimas ramas, muchas bajas, un ramaje más pequeño, pero la herida abierta se queda ahí. Si alguna de esas ramas llega a engordar, el día que venga un viento fuerte, o por su propio peso, el árbol por ahí se romperá".
En este temporal de tal calibre que no solo árboles, sino incluso propiedades, han sido dañadas (instalaciones solares, muros, cubiertas), expone Antonio Mérida, preguntado por si la asociación, a raíz de la carta escrita o anteriormente incluso, ha sido consultada por el equipo de Gobierno, responde, que, aparte de no haber recibido contestación a dicha carta, "ni nos consultan, ni nos comentan, ni nos piden opinión. Ni siquiera cuando plantamos árboles, cómo, cuándo, sentarnos a diseñar, ver si plantamos en este lado o aquél...toda la política del arbolado la desarrollan sin contar con el Taller Verde".
En este sentido, Antonio Mérida hace hincapié en que en la propuesta que remite el Taller Verde-Ecologistas en Acción a los distintos partidos de Marchena en período preelectoral "incluimos que haya un circuito de participación de las asociaciones en la toma de decisiones, cada una en el ámbito en el que se mueve. No queremos mandar ni mucho menos, pero nos parece que si una organización está trabajando en un ámbito del pueblo, pues cuando se haga un proyecto en esa línea, se puede contar con ellos"-
El Taller Verde se encuentra en esta fase del año restaurando árboles que se han perdido en el verano, enderezando otros en la Vía Verde y preparando ya la actividad de reforestación participativa del próximo año 2024.
Por último, al hilo del fenómeno del vendaval y otros que puedan surgir, el Taller Verde advierte que "la emergencia climática tiene plazos cortísimos, nuestros nietos e hijos van a sufrir las consecuencias; van a encontrar un clima y unas condiciones totalmente diferentes a las nuestras. Lo de los veranos de 50 grados lo vamos a ver, y lo de las lluvias torrenciales lo vamos aver y lo de los vendavales, y que la costa va a salir cada dos por tres el mar arrancando cachos, de todo eso vamos a ver", lo que se suma en el contexto mundial en el que vivimos a la "destrucción directa del entorno natural" que se da en los conflictos bélicos que "aparte del altísimo coste que tienen en vidas humanas, generan una emisión de gases enorme y un consumo muy contaminante" de todo tipo de vehículos por tierra, mar y aire.
El reto de defender y proteger el medio ambiente es, pues, más necesario que nunca, y, ante ello, no se pueden cerrar los ojos.