La Asociación Cultural por el Patrimonio de Marchena celebró las II Jornadas de Arquitectura y Envejecimiento, en torno al espacio del convento de Capuchinos, respecto al cual se presentaron propuestas transversales que contuvieron diversos elementos de interés.
Las jornadas, que comprenden hasta el domingo la visualización de los expositores de la calle San Pedro, albergaron conferencias de expertos en la materia, que destacaron las distintas posibilidades que da el lugar tras la presentación de Pepe Díaz Luque, presidente de Acupamar, que incidió en el trabajo "en positivo" que desempeña Acupamar y en la realización de estas jornadas para poner a disposición del Ayuntamiento las ideas y propuestas que se están ofreciendo, y las palabras de la comisaria de las jornadas, María del Carmen Martínez, que incidió en esta intención de las mismas y agradeció la labor realizada por Acupamar para su celebración.
Santiago Quesada, profesor del Máster Habilitante de Arquitectura de la Escuela Superior de Arquitectos de Sevilla, investigador y representante del grupo Healthy Arquitecture and City, mostró ejemplos de cómo hacer las ciudades más saludables a través de la edificación.
Quesada reflexionó sobre elementos ya adquiridos en el desarrollo urbano, como el alcantarillado en su moderna concepcion, o en la arquitectura de viviendas, caso de los baños en el interior de las casas, que supusieron revoluciones en favor de la salubridad y la salud respectivamente en sus momentos.
El enfoque salutogónico, en contraposición al patogénico, de la arquitectura, implica la realización de proyectos que supongan ampliación del margen de mejora en prevención de la salud, a través de activos que favorecen la no aparición de enfermedades, de modo que expuso ejemplos como los edificios de las Unidades de Cuidados Paliativos en Francia o de centros para enfermos de cáncer, así como edificaciones para enfermos de Alzheimer, entre otros, presentando igualmente un decálogo de arquitectura saludable recomendable para los arquitectos a la hora de realizar sus proyectos.
José Carlos Risquez presentó su Proyecto Fin de Carrera de la Escuela de Arquitectura, que gira en torno al convento de Capuchinos y que tiene en cuenta, tras estudio in situ del lugar, el entorno del barrio de San Juan y la carretera de Carmona y murallas.
Su proyecto consta de tres edificios dotados de 24 unidades de vivienda que integren a las personas con el barrio, a través de la creación de una calle adicional que favorezca el paseo y espacios visuales para contemplar los alrededores, de forma que las relaciones personales con el entorno son fundamentales.