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Anoche, un tren no pudo superar el ascenso de una cuesta que se encuentra antes de llegar a Pedrera, y la incidencia produjo retrasos en la llegada a Málaga de más de dos horas y media sobre el horario previsto.  El maquinista hubo de volver a Osuna, donde se engancharon dos trenes para llevar a todos los pasajeros a la capital costasoleña. Nos informa de esta incidencia Carmen Muñoz Martínez, que llegó a Málaga a las doce y media de la noche en lugar de a las 21:47 horas como tenía previsto tras su salida de Marchena a las 19:47 horas. Situaciones como éstas, reflexiona la viajera, están generando tristemente desconfianza en un medio público elegido en principio por muchas personas, pero que va perdiendo usuarios por el mal funcionamiento.

  


 

"Llevo siete años viajando habitualmente en tren, y he visto ya de todo; inundaciones de vía, retrasos horarios, obras que anuncian que tienen un plazo de meses y su conclusión se va a un año", asegura Carmen Muñoz Martínez, profesora de la Universidad de Málaga, que viene desde Morón de la Frontera a Marchena a coger el tren.

 

El tren de Media Distancia que une Sevilla con Málaga salió ayer de Marchena de las 19.47 de Sevilla a Málaga, cuando llegaba a Pedrera ha tenido que retroceder: "Perdía potencia y no podía subir la pequeña cuesta que allí hay", declara Carmen. 

 

El tren regresó a Osuna, donde "los viajeros hemos tenido que permanecer casi dos horas fuera, con frío y sin sitio donde sentarnos. Menos mal que el conductor ha tenido la brillante idea de esperar al siguiente tren para unir los dos trenes y poder terminar el viaje, pues solicitar autobuses podía demorar el regreso mucho más", expone la viajera.

 

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En realidad, el siguiente tren fue el siguiente posible, ya que el inmediatamente siguiente iba completo, por lo que la salida de Osuna, entre unas circunstancias y otras, y las correspondientes maniobras de los maquinistas, no se produjo hasta las diez y media de la noche, llegando el tren a Málaga en dos horas de trayecto, en lugar de en una y cuarto, puesto que el enganche realizado no le permitía una conducción a la velocidad normal. Mientras tanto, a los pasajeros que habían de ir a Granada, les prometieron ser desplazados en autobús, lo cual no se produjo y de lo que informaremos en noticia aparte.

 

"Estas incidencias se producen a diario, un viaje de dos horas se ha convertido en cuatro horas y media", afirma, a lo que suma los medios que ha de utilizar ya a esas horas de la madrugada en desplazamiento en taxi a su domicilio en la ciudad malagueña.

 

Esta situación produce  "es desesperante para trabajadores y estudiantes que van a sus pueblos". Desde hace un tiempo existe el bono gratuito del tren, que, pese al beneficio en lo económico, ha provocado en algunos casos (no el de ayer) malos funcionamientos como hacer una reserva de un horario de tren y no tener luego cabida en él: "Los usuarios preferimos pagar y tener trenes reales y que funciones, no hay derecho a esto. Estaincidencia hacen que los usuarios recurran al coche o dejen de venir a sus pueblos. Es decir, emisiones de CO2 o despoblación de la zona rural", expresa Carmen Muñoz.

 

Carmen, que se declara defensora del servicio público y que meses atrás ha cogido autobús mientras se realizaban las obras, explica que desde hace ya mucho tiempo prevé sus salidas hacia Málaga con muchísimas horas de antelación, ante la probabilidad de encontrarse problemas en el servicio de tren que generen retrasos y que "muchos trabajadores no se pueden permitir", ante lo que recurren al coche individual o colectivamente, acordando desplazamientos en un vehículo entre varias personas. 

 

Respecto al servicio de autobús sustitutivo estos meses, indica que "en muchas ocasiones cuando llevaba prisas, no ha parado en los pueblos donde tenía que parar".

 

Asimismo, estas continuas y diversas incidencias en el Media Distancia, señala, provocan que muchas personas en las ciudades se vean abocadas a tomar el AVE, tren de alto precio y más alejado de los habitantes de zonas rurales.

 

Ante esta situación ya casi estructural del servicio, "siempre opto por reclamar", afirma Carmen Muñoz Martínez, si bien "las respuestas llegan un año después y simplemente pidiendo disculpas, que para nada nos valen", en lugar de que repercutan en una escucha activa y mejora del servicio de trenes.

 

La viajera tiene claro que "muchas personas valoramos y tenemos conciencia del transporte público, y en especial del tren, pero es fundamental que el funcionamiento mejore muchísimo y que no se deje abandonado" por parte de las administraciones correspondientes.

 

Por último, anima a todos los viajeros que se vean en estas situaciones a reclamar y a difundir los problemas existentes, puesto que a veces es "la única manera con la que a veces empiezan a buscar soluciones" los responsables de turno, que sin las reivindicaciones, parecen no darse por enterados.