En la escalinata y a los pies del monumental Arco de la Rosa, uno de los símbolos de nuestro rico patrimonio, y bajo un sofocante calor, la Banda Castillo de la Mota, dirigida magistralmente por Pilar Ternero Lora, ofreció su tradicional Concierto de Cuaresma aun público entusiasmado que ovacionó todas y cada una de las marchas interpretadas.
El evento fue presentado por Sebastián Ramírez, quien con delicada prosa poética presentó a la formación, agradeció la asistencia de los presentes y la colaboración del Ayuntamiento, se congratuló de que Pilar Ternero fuera la primera mujer en dirigir una banda de música en nuestra localidad y desgranó los entresijos de cada una de las composiciones que completaron el repertorio. "Un milagro que cada año se renueva, la Cuaresma, que como el buen vino hay que beber en pequeños sorbos, una época en la que Marchena se piropea a sí misma, y en la que hoy Castillo de la Mota nos trae nuevas partituras, grandes retos, un excelente repertorio que demostrarán una vez más el señorío y la conjunción que le hacen ser el orgullo de la Campiña", según sus palabras.
Inició la Banda de Música Castillo de la Mota su excelente Concierto con la marcha Presentado a Sevilla, dedicada por Alberto López al Señor de la Hermandad de San Benito que procesiona el Martes Santo en nuestra capital. Le siguió Al cielo la Reina de Triana, dedicada a la Virgen de la Esperanza de Triana, obra de José Luis Gómez Jaldón, compositor con raíces ursaonenses.
Y llegó el turno de La saeta, un poema de Antonio Machado que Serrat popularizó y que desde los años ochenta se ha convertido en todo un himno de nuestra Semana Santa. Fenomenal interpretación que fue correspondida por una larga ovación del público presente que buscaba refugio bajo las sombrillas del bar aledaño o en la acera de enfrente del Arco de la Rosa, para mitigar en cierto modo el efecto del caluroso mediodía, que provocó incluso el desvanecimiento de una de las componentes de Castillo de la Mota, que afortunadamente se repuso casi de inmediato y que incluso tras un breve reposo volvió a integrarse en el grupo, Cabe de destacar la rápida aparición en el lugar de una ambulancia, aunque afortunadamente los sanitarios no tuvieron que intervenir.
Tras el susto inicial. llegarían tres nuevas marchas. Calvario, una obra que Francisco J. Alonso Jiménez dedicó al gran Francisco Palacios El Pali, el indiscutible trovador de Sevilla, Candelaria, compuesta por Manuel Marvizón para el Pregón de la Semana Santa de Sevilla de 2001, pronunciado por Carlos Herrera, y Siempre la Esperanza de José Joaquín Espinosa de los Monteros, marcha estrenada en 2012 que conserva toda la esencia de la calle Pureza y que se ha convertido con el paso de los años en una de las marchas trianeras más interpretadas en la Madrugá y en la Semana Santa de toda Andalucía.
Un gran concierto de Castillo de la Mota, bajo la extraordinaria batuta de Pilar Ternero, en un marco bellísimo, testigo mudo y de excepción de la calidad que atesora esta formación, que a base de trabajo y buen hacer se ha ganado un lugar de honor en el valioso patrimonio cultural de Marchena.