Opinión

frankestein ok

 

EL POEMA DE LA SEMANA. BLOG DEL PROFESOR ANTONIO MARTÍN (IES LÓPEZ DE ARENAS). "Cuando la emoción de la tristeza es superada, se descubre la razón de la felicidad", destaca Antonio Martín, el profesor de Filosofía del IES López de Arenas que da la bienvenida a todos y todas al curso con un poema de Olira Blesa, titulado 'La sombra de Frankestein', que recoge este sentir en su esencia. 

 

 


 

 

No parece muy adecuado saludar al alumnado al inicio de curso hablando de monstruos. Los monstruos tienen mala prensa. Dan miedo, son terribles. Compartimos una misma infancia en esto: un imaginario fantástico de cuentos comunes, germen de miedos e inseguridades que se repiten, miedos colectivos, pues son temores tan extendidos que la gran pantalla o la literatura se nutren en variaciones sobre el mismo personaje o tema...", explica el profesor, que añade que "también la vida adulta, está repleta de monstruos, porque en realidad, nosotros construimos los monstruos, como nos señala desde el inicio Blesa. Los creamos y los dejamos libres. Y entonces no podemos controlarlos, porque actúan por sí solos, aparecen cuando menos te lo esperas, te acechan en los lugares más inesperados. Los creamos nosotros y los sufrimos en nuestras propias carnes..."

 

Concluye, en el análisis de 'La sombra de Frankestein', que "el poema, sin embargo, intenta hacer posible una mirada distinta sobre todo lo anterior. Son aquellos monstruos que crean emociones de energía, capaces de destruir todo lo malo, lo que sobra, lo tóxico, tal vez. La cuestión, en esta lectura, es que esos monstruos no nazcan del miedo, del terror, sino más bien, que puedan ser un catalizador que provoque en nuestro interior y en nuestra vida cotidiana un cambio para mejorar nuestras condiciones de vida".

 

VÍDEO DE LA LECTURA DEL POEMA POR SU AUTORA EN ESTE ENLACE

 

olira poeta

 

Creamos monstruos

y les dejamos libres,

(alguna extraña energía

tomará la responsabilidad de sus actos).

 

Has vivido con monstruos

y no los has reconocido,

has necesitado que alguien más

los descubra en sangre,

en llanto, en guerra.

Te denominas a ti mismo

negando tu relación con el monstruo;

limpiando los restos de destrucción,

dolor y desengaño que dejaron tras de sí.

 

Has vivido

para que mueran otros.

Déjame quedarme con los monstruos

que crearon para niños,

que duermen en el armario

o debajo de la cama mientras estás indefenso.

 

Aquellos contra los que luchas

sentado en el sillón,

pasando páginas

o desde la pantalla de la tele y el móvil.

 

Aquellos que vienen con un saco

y nunca te atrapan.

 

Aquellos que crean emociones de energía

que conocen solo la destrucción

de una ficción en lo maravilloso,

en lo insólito, en el miedo.

 

Desaparezcan los monstruos

disfrazados de terror.

 

Olira Blesa (Madrid) es doctora europea cum laude en Estudios Literarios, en la especialidad de literatura antirrealista. Desde 2015 forma parte del grupo poético Los bardos.

 

En 2004 ganó un premio de poesía en un certamen organizado por la Universidad Ces Don Bosco de Madrid. Ha participado en dos antologías poéticas coordinadas por la Universidad Complutense: El país de los poetas, en la editorial Bubook, 2015, y Día mundial de la poesía en Publicaciones de la Universidad Complutense, 2016. En 2018 participó en De viva voz. Antología del Grupo Poético Los Bardos (Ediciones de la Torre). En 2022 publica su primer poemario A la lumbre de un susurro en Bajamar editores. Además, en su faceta de dramaturga ha escrito varias obras juveniles que han sido representadas en centros escolares. Como prosista, ha colaborado en Antología de relatos editorial Mundibook, 2015 y ha publicado una novela infantil-juvenil, Inés más allá del Firmamento de Agua con la editorial Ediciones de la Torre, 2020.

 

Su poesía está influida por el simbolismo y la fantasía. También recurre frecuentemente a la mitología. Dota a sus poemas de una particular disposición visual que la acerca al caligrama. Sus versos se encaminan a un mensaje esperanzador: cuando la emoción de la tristeza es superada, se descubre la razón de la felicidad.