San Agustín y alrededores fueron un compendio mágico de aquel sol de la infancia y aquellos días azules que rememoraba hace poco más de una semana el pregonero Claudio Jiménez Castillo. Niños músicos, niñas hebreas, niños saeteros, niños entusiasmados tras los primeros caramelos, niños todos en Domingo de Ramos esplendoroso en el que por primera vez pasaron los titulares de “la Borriquita” por delante del pasaje Sergio Rodríguez Herrera en imagen que también quedará para la historia. Y hombres bajo los pasos que hicieron de la salida por la reja de San Agustín un nuevo compendio de emoción y de garra.