Organizado por la Hermandad de la Soledad, el pasado sábado se celebró en el Auditorio Pepe Marchena un concierto de marchas procesionales que marcará un antes y un después en la historia cofrade de nuestra localidad. Señora y madre... y música... y sentimiento... y emociones... y pasión. Las Agrupaciones Musicales de Virgen de los Reyes de Sevilla y del Dulce Nombre de Jesús (Marchena) junto con la Banda de Música de la Cruz Roja de nuestra capital brindaron a los presentes algo más que música, en un espectáculo magistralmente dirigido por Gonzalo Lozano, investigador y conocedor como nadie de una de nuestras más arraigadas tradiciones.
Los prolegómenos del concierto celebrado en el interior del Auditorio estuvieron protagonizados por el buen hacer de la A.M. Dulce Nombre de Jesús, que dedicó sus marchas a un numeroso público congregado en el lateral del recinto, que le ovacionó largamente. Tras el pasacalles, los músicos marcheneros interpretaron las marchas Oración bajo tu mirada, Redención, A ti Padre y Señor de San Román. Como dijo alguien del público, esta Agrupación, bajo la dirección de Jesús Guisado, cada día suena mejor. Fue un bello anticipo de lo que estaba por llegar.
Una vez en el interior de un abarrotado recinto, bajo el tintineo de la campanilla y el aroma del incienso, llegaban desfilando desde el pasillo central un cuerpo de acólitos y monaguillos hasta los pies del escenario, y el presentador abría el acto con unas palabras del compositor ruso Igor Stravinski “Estoy escuchando lo que veo y estoy viendo lo que escucho”, pronunciadas mientras contemplaba el paso del palio de la Virgen del Refugio de la torera Hermandad de San Bernardo en las inmediaciones de la Puerta de la Carne, a los sones de la colosal composición de Manuel Font de Anta Soleá dame la mano, interpretada por la Banda Municipal de Sevilla. Para Gonzalo Lozano "probablemente este sea uno de los momentos más sublime de la histórica Semana Santa de Sevilla, y por supuesto momento decisivo, para el devenir de la música cofrade como propicio elemento al servicio de la religiosidad popular de nuestra tierra".
Resaltó la importancia de la música en los diferentes momentos de nuestras vidas, se refirió al nacimiento de la música cofrade que "surge en época barroca de la necesidad de acompañar a las sagradas imágenes, que procesionan por las calles y plazas de las diferentes poblaciones y ciudades de nuestra tierra cada Semana Santa", antes recorrer la historia, discografía y palmarés de la Banda de la Cruz Roja de Sevilla, formación que acompañará a la Virgen de la Soledad durante los próximos cuatro años, tomó la batuta su director José Ignacio Cansino para con ella mecer los acompasados y delicados sones que deleitaron de principio a fin a un público ávido de escuchar las mejores marchas procesionales, comenzando con Virgen de los Negritos, cuyos compases iniciales se inspiran en la popular canción de Antonio Machín "Angelitos negros".
A ella, le siguieron Valle de Sevilla, "composición de una alta calidad técnica, que incomprensiblemente ha permanecido en el cajón del olvido, hasta que hace apenas unos lustros la fue recuperada para los repertorios de las formaciones musicales", según Lozano, La Esperanza de Triana, Lágrimas de Amargura, Soleá dame la mano, dedicada a los presos de la antigua cárcel de Sevilla, aunque según el presentador "su origen está en Marchena". Pero el público quería más y la formación sevillana regaló una nueva marcha presentada el día anterior en la capital con el título de Refugio del compositor cordobés Pablo Martínez-Recio, para culminar con todo un himno de nuestra Semana Santa, Pasan los campanilleros, broche de oro de su brillante paso por Marchena, con quien comienzan "una relación que será muy fructífera", según augura su director.
La segunda parte del concierto comienza con fuertes emociones. Tras el trágico accidente de la Cabalgata de Reyes Magos, la A.M. Virgen de los Reyes mostró su pesar y solidaridad con su homónima del Dulce Nombre. Este sábado, la Hermandad de la Soledad ha pretendido con esta pequeña participación en el concierto “Señora y Madre”, de la agrupación marchenera, reconocer su trayectoria, además de mostrarle su apoyo. Una Saeta que será distinta, que será recordada por muchos años, una Saeta al unísono, un sueño de los y jóvenes y no tan jóvenes marcheneros de tocar junto la insigne Agrupación Musical Virgen de los Reyes, magistralmente dirigida por Antonio Velasco y la batuta de Javier Cebrero, y lágrimas que homenajean a los músicos que aún se recuperan y a la memoria de Loli, nuestra vecina desgraciadamente fallecida.
Cada nota de esa Saeta clavada en el cielo era como un latido de un corazón entregado a la causa. Humildad personificada en el director de la sección juvenil de la Agrupación sevillana, Alejandro Blanco cuando de manos de la Alcaldesa de Marchena recogió el reconocimiento por su gesto, y el deseo de todos y todas de una pronta recuperación para los aún convalecientes.
Y el escenario, flanqueado por la Seña y Escudo Mariano de la Hermandad de la Soledad y con abundante exorno floral , se llenó de música, de buen hacer, de magisterio, de fuente donde han de beber lo que aman esta faceta de nuestra Semana Santa, de emoción, de música, de Semana Santa...
Tras la Saeta de Serrat, nuevas composiciones y ovaciones se intercalaron en el Auditorio, con un público cada vez más entregado, que no paró de vitorear cada una de las marchas. Gustad y ved, Piedad Nazarena, A Jesús por María, Humildad, dedicada a Juan Ochavo, fiscal de la Hermandad, quien recogió un merecidísimo reconocimiento a la trayectoria familiar en la música marchenera, Al compás de la laguna, Al Rey de Reyes, Salud para los enfermos, La Esperanza de María y Vida compusieron el repertorio elegido para la ocasión, antes de dar paso a la célebre marcha Y al tercer día, que magistralmente Javier Clavero engarzó con el Himno Nacional, que siguió con impresionante respeto un público definitivamente puesto en pie. Colofón inolvidable para un concierto inolvidable, y no sólo por la música...
(Nuestro agradecimiento a la Organización y a Gonzalo Lozano por su inestimable colaboración.)