Semana Santa 2015

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Seis de las siete procesiones pasan por la singular y estrecha revirá entre Calle San Francisco y Carrera, muy del gusto del público marchenero por la presencia de la Casa del Escudo. La última de ellas ha sido la del Triunfo de la Santa Cruz, Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora y Madre de la Soledad, que transmitió momentos muy especiales a los marcheneros presentes, entre ellos la llamada al paso del célebre ex capataz de la Soledad, Pedro Fernández, a quienes los costaleros le dedicaron una emocionante levantá.


Fue muchos años capataz de la hermandad, donde le jalona una amplia trayectoria, y en calle Carrera, acompañado por muchos de sus familiares, tocó martillo para que los costaleros de la Soledad hicieran una levantá de categoría que emocionó a todos los presentes.

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Pedro Fernández escuchó como el cuerpo de capataces exclamaba a la cuadrilla que llevaran el paso con el mismo corazón que lo dirigía su antiguo y emblemático capataz, así como todos quienes estuvieron a sus órdenes bajo las trabajaderas, entre ellos los hombres de la primera cuadrilla en el tránsito de los santeros a costaleros.

Calle Carrera, como tantas otras, fue igualmente testigo de familias enteras que se echan a la calle para ver a su hermandad y que prosiguen la estela de devoción de sus antepasados.

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Hay que destacar, aparte del fervor popular de los siglos, como la Hermandad ha mimado y cuidado durante su Estación de Penitencia los vínculos con la gente, sabiéndoles transmitir tanto cariño y afecto a muchas personas, así como gratitud.

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Anteriormente, la procesión había entrado llegado desde Palacio en calles Cristóbal de Morales, Padre Marchena y San Francisco, haciendo gala los tres pasos de su elegancia a la vista del público, así como en su caminar.

La amplitud y variedad de elementos del cortejo, entre la que no se nos puede olvidar la presencia de la Fe representada ciega con pañuelo blanco que cubre el rostro, es fascinante, sin duda, durante el Sábado Santo.

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A raíz de ahí, se llegó al ocaso de una Semana Santa que se nos fue poco después de las tres de la madrugada en Santa María de la Mota con la llegada de la Soledad y que en el corazón de los marcheneros y marcheneras late 365 días del año.

 

 

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