Francisco López de la Cruz, persona afectada por esta situación, vuelve a exponer tal y como sucediera el pasado año, las enormes dificultades para acceder en silla de ruedas a la Feria, debido a los coches aparcados en la acera desde las cercanías del colegio Padre Jesús a la rotonda del cruce de la Avenida con la estación.
El joven marchenero, al igual que todas las personas en su situación, se ve obligado a realizar el trayecto “completamente dentro de la carretera, lo cual es aún más peligroso” que el pasado año.
Indignado por la situación y la falta de concienciación de la población, así como que esta situación se permita por parte de quienes organizan la Feria, expone una situación que conlleva una inseguridad manifiesta para estas personas, así como aguantar situaciones como los pitos de los cláxones mientras transitan para ir a la Feria.
A pesar de que se ha habilitado un aparcamiento para coches para personas con discapacidad por primera vez en la Feria, lo cual valora positivamente, también defiende el derecho de estas personas a acudir transitando como cualquier otro peatón a la Feria de Marchena, lo cual desgraciadamente por las circunstancias expuestas, les sigue originando una clara sensación de frustración y desigualdad respecto a los demás.