Este jueves a partir de las 12:00 horas tendrá lugar el Pleno Solemne de condecoración de personas, entidades y asociaciones del año con motivo del Día de Andalucía. El reconocimiento en la categoría de Actividad Económica, ha recaído en la Cooperativa de San Isidro Labrador, cuyo presidente, Fernando Berdugo, ha destacado la "valentía" en su momento en 1960 de los fundadores de la cooperativa marchenera, pero que observando el modelo europeo, ve en el horizonte la necesidad de formar cooperativas de segundo grado, conjunto de grandes cooperativas, para competir en un mercado agrícola y en especial en el de aceite de oliva, donde cree que "aún queda mucho margen de crecimiento".
Tanto Fernando Berdugo, presidente de Casil, como el vicepresidente, José Miguel Jiménez, nos reciben en la sede de las instalaciones de la cooperativa marchenera, en cuya entrada hay una placa en homenaje a los 45 socios fundadores, tres de ellos aún en vida como Mario Jiménez, José Miguel Jiménez y Francisco Macho.
"En los años 60, al final de 1960 concretamente, una serie de agricultores se unieron para defender sus productos" de los productos agrícolas, ya que "juntos vieron que podían hacer más fuerza, generar mayor riqueza y serle más rentable su trabajo", indica el presidente Fernando Berdugo, que destaca que por entonces dieron "un paso muy avanzado y valiente" aquellos agricultores, dado que al ser un nuevo formato aún había incertidumbre en nuestra localidad. Lo cierto es que, salvo el Molino de los Pérez, prácticamente todos los molinos particulares acabaron sucumbiendo ante el fenómeno naciente del cooperativismo en España.
Acompañado por el vicepresidente de Casil, José Miguel Jiménez, ambos coinciden en apreciar que durante esa etapa "convivieron los agricultores que trabajaban con animales, y la naciente modernización agrícola, fue una agricultura mixta" la de aquellos años que dio lugar a la cooperativa, primero con la almazara, luego con la sección de verdeo, la incorporación de cereal y girasol e incluso un tiempo en el que se envasó aceituna de mesa, y así hasta llegar a hoy en día donde "estamos a la vanguardia en técnicas y maquinaria".
Jiménez insiste en que lo más destacado que hoy se puede apreciar en la cooperativa es "la cantidad de servicios" que se le ofrecen a los agricultores, aparte de los propios del contenido del ámbito agrícola, en cuanto a gasolinera, tienda con productos de todo tipo, información sobre subvenciones y ayudas, seguros, atención en caso de incidencias, venta de abonos...y ofrecimiento de toda documentación cuanta sea necesaria para la realización de diversas gestiones.
Llegados a este punto, Fernando Berdugo, presidente de Casil, percibe que "los tiempos cambian en el cooperativismo, y la agricultura va camino de las cooperativas de segundo grado para la comercialización de los productos agrícolas".
En este sentido, explica que Casil se integra dentro del grupo Hojiblanca desde hace aproximadamente 6 años, y que, por ejemplo un grupo de la dimensión de Hojiblanca sería "sólo una parte" si pusiéramos por caso que se integrara en una de las grandes cooperativas de segundo grado propias de Holanda o Francia y que algunas de ellas producen "más que todas las de Andalucía juntas". Oleoestepa o la marca Covap serían algunas de las cooperativas de segundo grado andaluzas por excelencia.
Para seguir avanzando en el impulso de la agricultura, Casil ha organizado recientemente muchas charlas en pro de la difusión de las características saludables del aceite de oliva, así como de diversas materias de interés para los agricultores, como las técnicas intensivas en el olivar que aumenten la producción, con la asistencia en todos los casos de prestigiosos técnicos y especialistas en la materia: "Seguimos teniendo un olivar muy tradicional, no apto para las maquinarias modernas". Eso sí, agricultura intensiva no es óbice para que desde Casil "respetamos siempre el Medio Ambiente, con una producción API (Integrada)".
El presidente ve un margen de crecimiento "muy grande" en el olivar, ya que el aceite de oliva supone el 3 por ciento de las grasas vegetales que se consumen en todo el mundo, por lo que "las exportaciones marchan a buen ritmo, la dieta mediterránea cada vez es más conocida y el consumo está creciendo sobre todo en países emergentes", al igual que también el de harina de trigo, señala, además de apuntar que en España el consumo interno de aceite de oliva ha crecido en los últimos años a un "2 o 3 por ciento".
Los precios, otro caballo de batalla cuando se habla de aceite de oliva, "se encuentran en un momento que están dentro de lo razonable, sin llegar a la cumbre ni caer por los suelos", equilibrio que siempre se trata de trabajar desde la Cooperativa San Isidro Labrador, porque, como refrenda José Miguel Fernández "los agricultores somos los primeros interesados en que las familias puedan comprar aceite de oliva a un precio moderado", para lo que precisamente apunta que si en Europa se van creando cooperativas de segundo grado, será importante para bajar o mantener los precios estables sin grandes subidas que muchas veces vienen impuestas por intermediaciones comerciales sucesivas e incluso por "la bolsa de Chicago, que por ejemplo marca el precio del trigo en todo el mundo .
Presidente y vicepresidente concluyen que la agricultura, a pesar de sufrir vaivenes económicos, la reducción de subvenciones europeas y españolas o los efectos de la climatología, "es un sector que no va a desaparecer, y que incluso tiene que ir a más, porque la población crecerá de forma importante en el mundo, y la alimentación es básica".
Por último, Fernando Berdugo no quiere despedirse sin dedicar este reconocimiento "a todas las juntas rectoras y a todos los agricultores que han pasado por la cooperativa, tanto a los fundadores como a todos los que han hecho posible que la cooperativa se mantenga y hayamos llegado hasta aquí, a los socios y socios colaboradores, y que seguiremos con más proyectos hacia adelante donde pueda trabajar mucha gente".