EDITORIAL. En nuestro regreso a La Voz de Marchena, nos valemos de las palabras que con profunda hondura y sencillez, a la vez, pronunció a sus alumnos de la Universidad de Salamanca Don Miguel de Unamuno y Jugo, escritor e intelectual por antonomasia de primera mitad de siglo XX español, tras su destierro y exilio de varios años. Salvando las distancias, no nos consta vivir en una dictadura ni nuestro genio intelectual nos alumbra (ya quisiéramos) con la misma sapiencia y acierto que al bueno de Unamuno, pero nos vamos a dejar el alma en hacer periodismo, como decíamos ayer, con las puertas abiertas de par en par al pueblo de Marchena, ilusión y trabajo diario.