La Asociación para la Defensa de Animales de Marchena (ADAM) viene denunciando el alarmante grado de abandono y los malos tratos que sufren los animales domésticos, la mayoría perros, en nuestra localidad, donde en los últimos ocho meses han rescatado 180 perros abandonados por las calles. También muchos de ellos atropellados en las carreteras y desamparados, como el último, la galga que ven en la imagen, que llegó el martes por la noche muy grave al veterinario de Carmona. Este trato inhumano a los animales, ha llamado poderosamente la atención a los componentes de ADAM, que se ven desbordados y con unas exigencias en ocasiones injustificadas, precisamente por parte de quienes peor tratan a los animales.
Precisamente la galga, dos días después se encuentra estable después de haber llegado en shock a la consulta del doctor Joaquín Pérez Ávalos, si bien padece la rotura de fémur, cadera y húmero.
La galga, bautizada como Kina, de 1,5 años de edad y que carece de chip y fue atropellada en las inmediaciones de Marchena, en la carretera de Carmona, donde probablemente había sido abandonada, permaneció varias horas en la calzada con las graves heridas y en estado de shock hasta que miembros de la asociación de defensa de los animales de Marchena, Adam, la llevaron a este veterinario al que llegó sufriendo hipotermia severa y estado de shock además del estado físico en el que ha quedado.
La asociación marchenera, que como ya conocen organiza y difunde numerosos eventos y campañas por facebook y redes sociales, quiere destacar la incondicional ayuda de este veterinario, además de poner una serie de problemáticas de manifiesto respecto al abandono de animales, en muchos casos, sin motivos aparentes y en dejación de la responsabilidad, sobre todo, cuando el animal en cuestión se reproduce y vienen más cachorros.
En este sentido, ADAM continúa realizando campañas de esterilización para evitar este abandono cruel que se produce cuando se reproducen los animales.
Actualmente, la asociación está al frente en sus reducidas instalaciones, de 60 perros y ha rescatado a más de 180 de las calles en sólo ocho meses, pudiendo desatascar un poco su ardua labor con la colaboración de asociaciones como Galgo 112 en Sevilla o ADACC de Cornellá, desde donde llegan solicitudes de adopción. También la Policía Local le deriva algunos casos de abandono.
Otra de las cuestiones que sobrepasan a esta asociación altruista y a su grupo de voluntarios son las exigencias de propietarios de perros que están en la idea de que ADAM se encuentra obligada a aceptar cualquier entrega de animal sin un motivo justificado o por pereza o desgana de los dueños a la hora de cuidarlos, ante lo cual la asociación reitera que su principal cometido que realiza de forma voluntaria y autónoma e independiente, es la reinserción de perros abandonados en la calle y que llegan a veces en un estado de desorientación y nerviosismo total al lugar donde los atienden y donde la convivencia entre animales peligrosos de distintas razas es en un principio peligrosa en ocasiones.
Allí han llegado a ver a propietarios de los animales que los tiran por encima del vallado, u a otros que en la oscuridad hacen lo propio, dejando incluso animales cruelmente maltratados, con las orejas cortadas y otro tipo de tropelías.
Los perros que llegan en este estado son problemáticos para la reinserción y se encierran en sí mostrándose asustadizos y extremadamente tímidos.
La labor que realiza la asociación, a la que precisamente quienes peor cuidan a los perros les toman del brazo aprovechando que ADAM casi siempre tiende la mano, es integral en tomando contacto con profesionales, veterinarios y asociaciones de primera línea, y está evitando un verdadero problema de abandono masivo de perros que se haría visible si soltaran a los perros que cuidan a mitad de la calle y/o si desistieran de recogerlos.
Es una labor nada fácil, y para ello ningún mejor ejemplo que el de esta última galga atropellada, que por cierto continúa en observación en el veterinario.
Los costes de la operación de cada una de las fracturas costará 500 euros, y aunque siempre se negocian rebajas, el montante total es superior a 1.500 euros para los que no disponen de subvención alguna, al igual que para otras muchas labores de atención y cuidado sanitario para el que se sufragan de aportaciones voluntarias y de los propios componentes.
Otro peligro más del abandono de perros es la grave situación que origina para los propios conductores, en ocasiones expuestos a graves percances de tráfico y daños en sus vehículos.
Un día no muy lejano, los animales tomarán la palabra y más de uno alucinará de ver a centenares de perros por las calles de Marchena.
El simbolismo de la acción de protesta será tan real y tan lógico que sólo de pensar que si nadie se pusiera manos a la obra, estarían todos sueltos con enfermedades, adquiere uno conciencia de que la situación de crueldad y abandono es un hecho, y que si no se toma en serio, el daño que sufriría la imagen de nuestro pueblo y por tanto los propios animales, sería poco menos que vergonzosa.