
No solo las obras de belleza incalculable pueden ser definidas como golazo, ni un remate directo a la escuadra. El jugadón que se ha marcado el Marchena Balompié elaborando jugada en su punto justo de cocción de una zona a otra del campo, con centro con música de Buendía, remate antológico de Nene que mereció ser gol y salió rebotado de la escuadra, y amortiguación de pierna derecha en carrera entre un mar de defensores, por parte de Alberto Moreno, para hacer el 2-1 frente al Écija CF rematando un balón que le salía disparado de la madera, es una obra de arte que vale tres puntos, un partido importantísimo en este inicio liguero y un chute de desahogo que nos ha vuelto a deparar la portería de la carretera de la Puebla de Cazalla, la de la entrada al Complejo, la de la puerta verde, donde se cumple a menudo el teorema de que, si el Marchena Balompié no está haciendo su mejor partido y se pone por detrás en el marcador, al raíz del empate vendrá la remontada, y así ha sido, debidamente celebrada en el córner con todos los futbolistas hechos una piña tras el remate glorioso de Alberto Moreno Ojeda.