
"Y el perfume de la dama de noche, que comenzaba a despertar su denso aroma nocturno, llegaba turbador, como el deseo que emana de un cuerpo joven, próximo en la tiniebla estival", reza la prosa poética del 'Atardecer' de Luis Cernuda en Ocnos (1942). El poeta sevillano de los placeres prohibidos, maestro del verso que une amor y dolor (en su caso turbación, olvido, memoria, tiempo...forman otras de las coordenadas emblemáticas de su profunda poesía) murió en México en 1963, en el exilio. De Torreón es el escritor Jorge Valdés Díaz-Vélez, ya niño cuando expiró Cernuda, y que nos deleita con un poema de amor llamado 'El desastre', de ardorosa pasión. Agradecemos nuevamente al profesor Antonio Martín que nos comparta obras poéticas de este calibre y que cuelgan del blog 'Un poema cada semana'. (En la imagen; el beso icónico de 'Desayuno con diamantes', film de 1961).