La película taiwanesa Millennium Mambo mostró una excelente radiografía de la juventud asiática moderna en la penúltima película del ciclo de cine que organiza la delegación de Juventud del Ayuntamiento de Marchena. Un filme espectacular técnicamente con seguimiento de la cámara, encuadres fotográficamente bellísimos a juego con la protagonista, una joven seducida por mundos diferentes y a medio camino entre la esperanza de vivir y el terror de la droga y la violencia.
Magnífica película la presenciada en la penúltima cita de la sala Akasha, donde hay reliquias del cine no lo suficientemente valoradas que casi siempre nos suelen sorprender con agrado. No nos podía dejar este ciclo de cine sin dejarnos una perla de las características de Millennium Mambo, una película rodada en 2001, con perspectivas de actualidad bien vigentes en la que el director culmina una película muy bien trabajada con un discurso narrativo cercano a lo poético e inmerso en la realidad, una simbiosis que resulta romántica.
Lo es por buscar en los bajos fondos de una discoteca típica de esta época contemporánea asiática personajes afines a la realidad, como una chica que trabaja de relaciones públicas, la protagonista, debatida entre dos amores, un tipo duro, complicado, introvertido, y otro que resulta ser prácticamente lo contrario.
Con escenas de tensión, celos, dominación en un caso, aunque siempre con sentimientos de pasión desatados, alternados con reflexiones, con silencio, con maravillosas estampas adornadas por una magnífica y cálida voz en off y por el gran tratamiento del encuadre, de los atardeceres, de los espacios abiertos, de los cerrados, creando relax y tensión pero sin forzarla, con naturalidad, con actores que realizan papeles al menos notables si no sobresalientes como la protagonista estelar Shu Qi, sencillamente espléndida.
Buscando igualmente la belleza en la oscuridad, en la luz, en los problemas, y siempre subyaciendo de fondo sentimientos profundos en época de adolescente, de cambios, de una protagonista entristecida, pero esperanzada, colmada de reflexiones, pero también de lucha en situación económica delicada, drogas, violencia, y sobre todo de reconocimiento de sensaciones que nunca se marcharán, buscando la perspectiva de futuro, de salida de la angustia.
Así se desarrolla esta película no exenta de diálogos y escenas de gran calidad, comenzando por la inicial con esa banda sonora tan magnífica en ese escenario futurista de paso a través de un túnel, porque Millenium Mambo, en ese contexto tan propicio de cambio de milenio, es una película en permanente transformación pero con la esencia del cine de siempre y con los tiempos muy bien marcados, y con un retrato moderno y muy actual de la propia transformación de la sociedad asiática que no se puede olvidar mencionar.
No hay que dejar de mencionar el simpático cortometraje Hongos, un clásico del cine andaluz de cortos en el que una protagonista relata sus anécdotas con sentido del humor en su misión de ser artista en Madrid. Muy recomendable.
Mañana jueves a las 23:30 horas se cierra el ciclo son Blueberry Nihgts. Después de ver lo visto en anteriores películas, a buen seguro que no defraudará.