Fue la reflexión que dejó al final de su intervención Curro Aix, profesor y flamencólogo que inauguró el ciclo de conferencias de las VI Jornadas de Patrimonio de Marchena con su ponencia titulada 'El arte flamenco actual en su encrucijada entre el masismo, el turismo y lo patrimonial'. El acto inaugural, celebrado en el salón de Plenos del Ayuntamiento, estuvo presentado por los presidentes de las entidades organizadoras, Pepe Díaz Luque y Antonio Jesús Hidalgo, en representación de ACUPAMAR y de la Peña flamenca, respectivamente.
Ambos dejaron patente los esfuerzos económicos y humanos realizados para la organización de las Jornadas y mostraron su coincidencia en la valoración del flamenco como patrimonio inmaterial. Por su parte Ana del Pino, concejala de Patrimonio excusó la ausencia de la alcaldesa , agradeció el esfuerzo de los organizadores y felicitó al autor del cartel del evento. José María Calderón, antes de mostrar la apuesta decidida del Ayuntamiento por el flamenco.
Curro Aix comenzó su intervención matizando sobre los conceptos de "patrimonio" y "pureza", relativos al flamenco, considerando al primero "como algo relativamente nuevo" y al segundo como "algo muy arraigado y recurrente". Ello explica la celebración del Concurso de Cante jondo de Granada en 1922, donde figuras de la talla de "Lorca o Falla apelaron a la pureza en el flamenco, consiguiendo que muchos otros intelectuales se sumaran a la iniciativa, promovida por la inquietud, la desazón y la tristeza que les provocaba el momento de decadencia que vivía el flamenco". Algo que ya se había manifestado, según el profesor Aix, en los escritos de Demófilo allá por el año 1881, época dorada de los cafés cantantes y de su líder Silverio Franconetti, y en los que se recoge que "el flamenco se está desvirtuando y agachonando por su comercialidad".
Así 'el masismo' se puede considerar según el ponente como "la transformación que sufre el flamenco con la aparición de nuevos elementos tecnológicos como el fonógrafo, el gramófono, la radio, así como la mejora en los medios de comunicación y los transportes; todo ello hace que los artistas se enfrenten a una nueva realidad y que con las grabaciones el flamenco se exponga a la masas". Todo ello provocó el citado Concurso de Granada, donde no dejaron participar a los profesionales, y donde resultaron ganadores El tenazas de Morón, con 72 años, y un niño de 12, nada más y nada menos que Manolo Caracol.
Todo ello, comenta Curro Aix, "dio paso a la Ópera Flamenca, liderada por Pepe Marchena, de una inteligencia proverbial, a pesar de ser analfabeto, que no sólo lideró el cambio estético sino una gran reconversión industrial, la más grande después de los cafés cantante, gracias a su relación con Gardel, Chaplin a la enseñanzas de Antonio Chacón".
Así aparece la controversia entre permanecer estático o buscar un cambio y la repercusión de la Declaración de la Unesco en 2010 con la inclusión del flamenco como bien inmaterial de la Humanidad, algo que "impulsó el turismo y cambió las políticas públicas, tras la decadencia en la década de los 90, sobre todo del cante, dando lugar a una profusión de festivales globales al estilo de la Bienal de Sevilla, donde se nota una deriva en la dirección en la que cada vez aparecen más gestores no comprometidos con la cultura, mientras que las Peñas flamencas han ido perdiendo protagonismo, sufriendo una decadencia generalizada ante la que las autoridades no han hecho prácticamente nada".
Antes de dar paso a un animado debate, Curro Aix dejó varias interrogantes como reflexión, antes de asegurar que el flamenco es un arte muy orgulloso y muy territorial: "De quién es el flamenco? ¿De quién es el patrimonio? ¿Quién debe de gestionarlo?"
El posterior debate trató sobre las aportaciones que figuras como Rosalía o El Niño de Elche hacen al flamenco, que algunos ven como una oportunidad de acercar a los más jóvenes, de la conveniencia de que los Gobiernos apuesten por la inclusión del flamenco en las aulas, de los célebres carteles que colgaban de las paredes de las tabernas prohibiendo el cante o de la confección de carteles en los actuales Festivales de verano para un público heterogéneo.