Cartas de lectores


José Luis Mejías Guerrero no es marchenero pero así se siente tras veinte años desempeñando su labor de agente de Policía Local en Marchena. Después de no ser recibidos los representantes sindicales por la alcaldesa, según expone, quiere dirigirse a ella a través de nuestro medio, aprovechando para enviar un agradecimiento inmenso al pueblo de Marchena por lo bien que se ha sentido acogido junto a su familia y exponer experiencias profesionales que ha presenciado y que han trascendido en su vida. Situaciones de servicio y ayuda a quienes lo necesitan que a veces no son conocidas y otras veces podemos imaginar, pero que sólo pueden ser plasmadas con tal realismo y amor por su trabajo, por un Policía Local que vive su trabajo a pie de calle. Con estas líneas lo da a conocer a la alcaldesa de Marchena, y más allá de ello nos sitúa ante una oportunidad al lector, que no en demasiadas ocasiones se tiene, para imbuirse del día a día del trabajo policial con unas palabras imposibles de superar en el sentido de que se pronuncian de primera mano, y según las apreciamos, con un nudo en la garganta.

 



Buenas Señora:

 


Me gustaría contarle cómo es nuestro trabajo, a qué nos dedicamos, y lo haré através de algunas experiencias propias reales y otras vistas a mis estimados compañeros en primera persona. Lo hago a través de aquí, ya que personalmente no nos recibe y si lo hace, no nos escucha.


En primer lugar, le diré que somos servidores públicos. No nos dedicamos a buscar problemas donde no deben de existir y por principios, nuestras diferencias las dialogamos y negociamos para llegar a acuerdos.


Eso ha ocurrido siempre con los equipos de Gobierno que han pasado por el Ayuntamiento. De anteriores Alcaldes y Concejales tenemos muy buenos recuerdos, tanto que se han convertido en amistades y muestras de respeto mutuo. No se los nombro, basta con decir que son TODOS, y de toda ideología política, incluida la suya.


Ya le adelanto que cuando alguien viene a pedir ayuda, nuestra obligación es buscar una solución, pero en esa búsqueda en ocasiones la resolución pasa en nuestra plena implicación. Hasta llegar a resolverlo no nos damos por vencidos, ni los enviamos a otra ventanilla.


Podemos atender desde trámites administrativos hasta seguridad ciudadana, no rehuimos nada y es aquí donde le quiero contar algunas de esas experiencias que le decía al principio de esta misiva.


He visto a compañeros tras un aviso desde Jefatura atender un infarto y realizar una reanimación cardio pulmonar con total profesionalidad, no detenerse en el boca a boca ni siquiera cuando esta persona vomitó durante la maniobra y aún así seguir hasta la llegada de los servicios médicos, los cuales felicitaron a los agentes por el servicio que hicieron.


 He visto en un accidente mortal quedar una persona atrapada viva y un Policía arrastrase por el interior del amasijo de hierros hasta llegar al herido y abrazarse a él empapándose de su sangre literalmente, consolarlo y acompañarlo, hasta que los bomberos lo rescataron. Ese acto de valor y generosidad tuve con posterioridad el deber y la oportunidad de hacerlo y puedo decirle Señora, que salvar esa vida no se lo podría explicar aquí.


He consolado al padre que ha perdido un hijo, hemos ayudado a la mujer maltratada, al débil frente a la persona que abusa de su superioridad, a menores desamparados, hemos ayudado heridos y lamentablemente han muerto personas en mis manos. Todos estos casos me los llevo dentro, nunca los he compartido y vivo con ellos.


Nos hemos enfrentado en peleas multitudinarias, nos han atacado con armas de fuego, con palos, con cuchillos y con botellas,... hace cuatro años nosotros nos costeamos de nuestro bolsillo el chaleco antibalas/anticuchillo. Nos han amenazado de muerte, y las amenazas las extienden a la familia, a mi familia. He visto compañeros heridos graves en actuaciones persiguiendo delincuentes y protegiendo a otros, también los he visto ingresados en un hospital durante meses haciendo sus necesidades en una cuña, ¿sabe por qué? Por entregar el 200 por ciento de su persona en su trabajo.


Hemos recibido reconocimientos, felicitaciones de otros Cuerpos de Seguridad del Estado, felicitaciones de organizaciones, condecoraciones a nivel local y andaluz, felicitaciones plenarias, pero sobre todo lo que más aprecio es la gratitud de las personas que hemos ayudado.


Quiero decirle a usted, que si alguna vez tuviese un percance, accidente o cualquier urgencia, nosotros acudiremos en su ayuda con la máxima celeridad, y si fuese preciso pondremos nuestra integridad en peligro antes que la suya, no lo dude jamás, y nunca le nombraré o recordaré todos los desprecios que nos ha hecho. TIENE USTED MI PALABRA Y ES PARA SIEMPRE.


Por otra parte, hablando de todo un poco, siempre hemos sacado adelante todas las festividades. Semana Santa, Patrón, carreras, Ferias y cualquier evento que se nos encarge. Los problemas surgidos y que no han sido solucionados en todos estos eventos, durante estos 20 años que llevo en la Policía se reducen en total a 0.


Ayer se hizo una reunión con los partidos políticos represtantes de este municipio; Partido Popular, Izquierda Unida, Ganemos Marchena y Partido Andalucista. Acudieron también representantes del Consejo de Hermandades, a los que agradecemos de corazón su comprensión, para informar como está a día de hoy la preparación en seguridad de nuestra Semana Santa. Tanto la idea y la iniciativa son responsabilidad mía, y si no he obrado bien soy el que merezco el castigo.


Mi nombre figura abajo de esta carta, y si decide abrime expediente, cuando se lo pida al Secretario, por favor, si no sabe quien soy dígale que fui junto a mi compañero, el que cuando en Marchena lo tenían amenazado y cada dos por tres le pinchaban el coche le prometí que acabaría con eso y cumplimos nuestra palabra y los cogimos, que soy el que junto a mi compañero lo escoltamos en varias ocasiones por la noche hasta Carmona para que no fuese agredido. Lo hicimos por voluntad propia y bajo nuestra responsabilidad, ya que no podemos abandonar el municipio, creo que se acordará de mí.


Para terminar mi familia y yo queremos dar las gracias a este increíble pueblo por lo bien que nos han tratado. Soy marchenero de adopción pero mis hijos lo son de nacimiento.


Dar las gracias a mis compañeros tanto de la Policía como de la Guardia Civil, que todos trabajamos por la convivencia pacífica en nuestra localidad y se la juegan a diario.

 


ATENTAMENTE, A SU SERVICIO. JOSÉ LUIS MEJÍAS GUERRERO. (SPPME-A)

 

 

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